Decía que Borges lo visitaba en sueños.
Sí, que el escritor Jorge Luis Borges iba a buscarlo a su departamento para llevarlo hasta una vieja casona del barrio de Palermo, allí le mostraba un dibujo y le insistía para que se lo llevara. Todos lo escuchábamos asombrados, no por la idea de que Borges lo visitara en sueños, sino porque éste quisiera regalarle una ilustración. Contaba que el maestro era muy amable con él, que siempre le daba unas palmaditas en la espalda y que le sonreía con afecto, pero que no cejaba en el intento de convencerlo de que se llevase aquel dibujo. Este amigo decía que en él se veía una figura femenina con cabeza de cabra. Luego nos confesó que esa figura femenina era una representación alegórica de la primera esposa de Borges -Elsa Astete Millán- que había realizado una artista de Barcelona. Ninguno de los que estábamos allí sabía que hubiera tenido otra mujer que no fuera la -para muchos- controvertida María Kodama… Y menos que aquella predecesora se pareciera a una cabra.
Hasta ese momento, lo suyo no pasaba de ser un sueño recurrente algo extraño, pero un día este amigo se apareció con el dibujo. Finalmente se lo había aceptado, pero no permitía que lo tocásemos. Según él, tenía que colocarlo exactamente en ese punto que contiene todos los puntos del universo, lugar situado en el sótano de una antigua casa de San Telmo, ahora convertida en un bistró. Si lo lograba -decía-, Jorge Luis Borges volvería a la vida.
Este amigo cumplió con el rito al pie de la letra.
Algunos dicen que Borges alcanzó la única inmortalidad posible: la simbólica; sin embargo, muchos otros aseguran que en estos días lo han visto caminar por los pasillos de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires.
11 comentarios:
Es lindo el cuento. Por supuesto que el espíritu de Borges debe andar recorriendo Buenos Aires.
Tu dibujo es ideal para esta historia. Yo sabía de aquella primera mujer de Borges, de la que se separó, no era muy bella, pero no sé porqué razón la relacionaron con la cabra...La tuya es muy femenina y bonita.
Un beso grande Sara!!!
¡Enhorabuena!, interesante colaboración, aunque lo que verdaderamente me ha interesado es la obra gráfica. Buenísimo estilo, me gusta.
Vi muchas colaboraciones en diferentes blogs, pero he de decir que esta es perfecta. Estoy asombrada!
Un beso.
Sabri!!
La cabra, Borges, Humberto, me encantan cada uno en su estilo... Pero a ti no te conocía y te diré que tu obra es fascinante. Felicitaciones. Un abrazo.
Aqui como con la historia del huevo y de la gallina me pregunto: quien fue el primero? Sara o Humberto? Los dos trabajos estan perfectos. El arte de Humberto ya la conocía pero la suya me encantó conocer. Me gustan muchisimo las ilustraciones si así se puede llamar a este dibujo.
Un saludo muy especial, desde Portugal.
Flor
Te pido permiso para publicar alguno que otro trabajo tuyo en mis blogs o mi facebook, puedo?
Muchas gracias por tu respuesta.
Gracias Julie, pasa por mi blog cuando quieras, serás bien recibida!
Muchas gracias Flor. El relato de Humberto nació a partir del dibujo de la cabra, y ahora, cada vez que lo veo no puedo evitar pensar a su vez en el relato...unidos ahora para siempre...
Y por supuesto, puedes publicar cualquiera de mis trabajos siempre mencionando su autoría. Muchas gracias y un abrazo fuerte!
Muchas gracias Sara. Te ire informando a medida que los publique.
Un abrazo!!
Flor
Wow, como siempre lo que escribe HD es fantástico... Y por su puesto tu pintura también.
saludos
Carlos
Hola Sara,
te escribimos de Cavea Cultural, una revista online de divulgación cultural y participación colectiva. Humberto Dib nos envió este relato para compartir junto con tu dibujo para ilustrarlo. Lo hemos publicado en el siguiente enlace,
http://www.caveacultural.com/relatos/252-relato-borges-y-el-dibujo-humberto-dib
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