Qué imagen tan bella. Uno no sabe dónde se delimitan humanos y animales. Los fundes de manera tan sutil, que de verdad, no se percibe. Lo que me ha gustado es la sensación de fiesta sencilla, de bondad ,y de alegría por esta unión. Un beso.
Nuestra amiga Bello hace honor a su apellido no sólo pintando, sino también escribiendo.
A mi entender, ella ha dado en el quid de la cuestión, con respecto al mensaje más importante que subyace en los dibujos y pinturas de Sara: "Adiós a las fronteras entre humanos y demás criaturas vivientes". La mitología amalgama a las especies. Y en sus dibujos Sara no solamente es capaz de conjuntar la anatomía humana con la de los árboles, o con la de animales tradicionalmente "agradables", como los caballos, sino que lo hace también con otros muy impopulares, como las lechuzas, que a pesar de su hermosura y de ser el símbolo de la diosa Athenea, siempre han tenido una muy injusta mala fama. Dicha solidaridad con los "marginados", a mí me conmueve.
Lo que más me fascina a mí de Sara es su total falta de respeto frente a los prejuicios y su formidable libertad imaginativa. Ella es una revolucionaria conceptual debido a que no piensa las cosas de manera racional, sino que se deja llevar por la sinceridad de su instinto. Una lección para todos aquellos que ven al instinto animal como algo negativo e inferior a la razón. Día a día se comprueba que es la razón fría de los "humanos" la que provoca mayor dolor, destrucción e inhumanidad a nuestro alrededor. Cualquier persona mínimamente madura y con un poco de mundo, conoce a ciencia cierta que algunos animales pueden ser mucho más sabios que las personas. Eso es indiscutible. Establecer fronteras de forma categórica entre ellos y nosotros, no solamente es absurdo y falto de fundamento, sino también contraproducente, porque de ellos podemos aprender muchísimas lecciones. Para empezar, podríamos aprender de ellos a hacer honor a nuestro propio nombre, ya que está claro que hay animales muchísimo más humanos que la mayoría de los hombres. Sara no hace más que transmitir esa idea, y sus dibujos son la expresión más profunda que puede haber del amor a la vida animal - y a la propia vida humana.
Sus dibujos de este año suponen puentes entre especies, fusión de anatomías, mestizaje imaginativo. Y éste en concreto, representa además una boda. ¿Existe acaso una mayor prueba del amor a la vida (y a la paz) que una boda?
3 comentarios:
Querida Sara, que bello cuadro y siempre con tu temàtica Hombre Naturaleza.
Super imaginativo, de verdad.
Un beso amiga,
Agualuna-Sussy
Qué imagen tan bella. Uno no sabe dónde se delimitan humanos y animales. Los fundes de manera tan sutil, que de verdad, no se percibe. Lo que me ha gustado es la sensación de fiesta sencilla, de bondad ,y de alegría por esta unión.
Un beso.
Nuestra amiga Bello hace honor a su apellido no sólo pintando, sino también escribiendo.
A mi entender, ella ha dado en el quid de la cuestión, con respecto al mensaje más importante que subyace en los dibujos y pinturas de Sara: "Adiós a las fronteras entre humanos y demás criaturas vivientes". La mitología amalgama a las especies. Y en sus dibujos Sara no solamente es capaz de conjuntar la anatomía humana con la de los árboles, o con la de animales tradicionalmente "agradables", como los caballos, sino que lo hace también con otros muy impopulares, como las lechuzas, que a pesar de su hermosura y de ser el símbolo de la diosa Athenea, siempre han tenido una muy injusta mala fama. Dicha solidaridad con los "marginados", a mí me conmueve.
Lo que más me fascina a mí de Sara es su total falta de respeto frente a los prejuicios y su formidable libertad imaginativa. Ella es una revolucionaria conceptual debido a que no piensa las cosas de manera racional, sino que se deja llevar por la sinceridad de su instinto. Una lección para todos aquellos que ven al instinto animal como algo negativo e inferior a la razón. Día a día se comprueba que es la razón fría de los "humanos" la que provoca mayor dolor, destrucción e inhumanidad a nuestro alrededor. Cualquier persona mínimamente madura y con un poco de mundo, conoce a ciencia cierta que algunos animales pueden ser mucho más sabios que las personas. Eso es indiscutible. Establecer fronteras de forma categórica entre ellos y nosotros, no solamente es absurdo y falto de fundamento, sino también contraproducente, porque de ellos podemos aprender muchísimas lecciones. Para empezar, podríamos aprender de ellos a hacer honor a nuestro propio nombre, ya que está claro que hay animales muchísimo más humanos que la mayoría de los hombres. Sara no hace más que transmitir esa idea, y sus dibujos son la expresión más profunda que puede haber del amor a la vida animal - y a la propia vida humana.
Sus dibujos de este año suponen puentes entre especies, fusión de anatomías, mestizaje imaginativo. Y éste en concreto, representa además una boda. ¿Existe acaso una mayor prueba del amor a la vida (y a la paz) que una boda?
~ Elio Milay ~
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